Como profesional de la Prevención de Riesgos Laborales, especialmente dedicado a la seguridad de máquinas, soy un convencido del prevenir antes que curar y del mantenimiento preventivo, en el trabajo y fuera de él. Cuando hace unos meses se habló tanto del "kit antinevadas de la DGT" (neumáticos de contacto y/o cadenas, agua, mantas, radio, silbato, pala, comida, linternas, botiquín, chubasquero...) no acabé de entender la polémica; yo lo llevo todo, todo el año, amén de tantos chalecos de alta visibilidad como plazas tiene el coche, incluido uno de talla infantil -en casa (ya) no hay niños-.
Siempre he llevado mi coche al servicio oficial y he seguido a pies juntillas sus plazos de mantenimiento. En la última revisión avisé al asesor de que, probablemente, era el momento de cambiar de la correa de distribución pero este no le dio importancia y me recomendó hacerlo en la próxima revisión. Seis meses más tarde, el coche se paró de repente.
El diagnóstico del mecánico habla de un fallo del tensor de la correa de accesorios que se habría salido de su alojamiento afectado a su vez a la distribución y bloqueando el cigüeñal..... Aún están evaluando los daños pero no me puedo quitar de la cabeza que la avería sufrida está directamente relacionada con una operación de mantenimiento que pedí y el servicio oficial no quiso hacer.
Me gustaría pensar que yo pagaré el cambio de las correas y lo demás correrá por cuenta del concesionario pero sé que eso es poco probable, en cualquier caso sólo es dinero. Por fortuna íbamos a unos 50 km/h por una carretera solitaria, en autopista una avería así hubiera puesto en grave riesgo nuestras vidas y os hubiera privado de este post.
Hablar de calidad de producto o de calidad de servicio no puede ser una colección de documentos y firmas sino un compromiso de trabajo bien hecho que nos dé seguridad en una sociedad fuertemente tecnificada. Los costes de la no-calidad no son la pérdida temporal de un certificado para un taller. Son costes para personas reales que se ven afectadas en sus economías y en sus vidas por un mísero ahorro de tiempo o de dinero en una empresa con beneficios millonarios.
Cuando pienses los costes de la calidad o de la prevención, no pienses en euros de la empresa piensa en los costes de la NO CALIDAD en ti y en tu familia.
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